Una y otra vez escucho la misma canción
escucho esa canción llena de tristeza
y la vuelvo a escuchar,
y otra vez…...
y una vez más (suspiro)
-¿y tú?
¿no buscas la felicidad?
Y no dejo de preguntarme...……
dónde está la tuya……...
¿en el esclavo satisfecho?
¿en la ignorancia?
¿en tu mundo imaginado?
¿en la insultante mirada al ombligo?
¿en la miserable autocomplacencia?
¿en la “libertad” a cómodos plazos?
¿en las pausas
recreos,
descansos,
tus minutos, tic-tac, tic-tac
¡boom!
¿felicidad?
No-es-posible-en-un-mundo-ajeno-a-una,
no es posible, amor,
siendo exiliado
siendo preso
siendo loco
Tengo satisfacción
(podríamos decir)…
cuando nos juntamos en una mani
y entre todos, les plantamos cara
de verdad;
cuando nos juntamos,
compañeros y no, en un recital
escuchando letras
que parten el alma
que incitan a la rebelión,
esas canciones que derriten,
en adagio,
nuestro corazón;
cuando me entero de que alguien
ha conectado con Alejandra
y ha encendido la parte de su mente
que le habían desactivado;
cuando me encuentro
con adultos del lado de los niños;
cuando me encuentro compañeros
donde no pensaba los hubiera;
cuando me encuentro personas
que todavía son seres sintientes,
y empatizan, y se derraman;
cuando encuentro compañeros
comprometidos
que tienen luz en su mirada,
anhelando desde la rabia y la inocencia
con los mejores valores, los anarquistas;
cuando desaparece el tuyo y mío;
cuando encuentro desinterés y generosidad;
cuando hallo sentimiento comunitario, fraternidad, sororidad, complicidad;
cuando se roban o queman multinacionales, bancos o iglesias e instituciones;
cuando hay motines carcelarios o se fugan los presos;
cuando se quema el dinero;
cuando un niño ríe;
cuando la gente normal se planta
y desobedece
rompiendo un eslabón en la cadena de montaje
dejando de ser cohartada
o colaborador necesario;
cuando se bloquea el Mercado; y el tráfico; y hay apagón general;
cuando suelto animales enjaulados o atados;
cuando tenemos tiempo.
Cuando me dices al oído
y lo gritas al viento
que estamos juntos en esto
que cuente contigo para VIVIR
a nuestra manera,
aunque no estemos preparados para ello,
donde sea,
que lo demás no importa
y te brillan los ojos
cuando lo dices……
Incluso, puede llegar a hacerme sentir feliz,
dentro de mi inconsciencia,
por unos minutos (tic-tac, tic-tac)
Desde luego,
es más fácil encontrar la infelicidad,
esa que no buscamos……
con la que te tropiezas
cada vez que un compañero trabaja,
cada vez que una compañera busca prestigio/
reconocimiento
en lugar de concienciar,
cada vez que compañeros prefieren comodidad
en lugar de compromiso,
cada vez que no se puede hacer asamblea
por falta de asistencia,
cada vez que antepones vender tu tiempo
a compartirlo, a vivir,
cada vez que veo como te resignas y justificas,
cada vez que compruebo tu interpretación de la lucha
como mera moda, pose, seña de identidad de pertenencia;
cada vez que nos utilizamos
en lugar de sentirnos;
ante la incomprensión
de los compañeros y algunas compañeras,
cuya vista no alcanza sin las gafas violetas,
que no encuentran.
La felicidad sólo es posible
a partir de la fidelidad a uno mismo.
¿Los placeres de la vida?
Sí, yo también los aprecio,
como todos.
La Katino Anarhista