Por la ciudad,
llena de cucarachas,
camina un ser humano desnudo,
aclamando a la Luna,
en la noche en la que
los gases tóxicos
invaden las calles
dificultando la respiración.
Noctámbulo atrapado
en un laberinto,
andando de un sitio a otro
sin encontrar, nunca,
el rumbo correcto,
el lugar a dónde ir...
Afanado en encontrar
un refugio dónde llorar sus penas,
de una existencia insidiosa y lamentable,
en esparcir un granito de paz
en su corazón,
es deslumbrado por las luces
y los reflejos de la ciudad en la noche,
perturbado por el tráfico
de la madrugada,
expoliado de su visión
azarosa de la realidad,
de su agnosticismo más consustancial;
es obligado a creer en el Infierno
en el que será castigado, abrasado...
En un rincón oculto amanece un cuerpo
descarnado, desnudo, desconsolado, deshumanizado;
es el reflejo mismo
de la voracidad de la civilización,
es el excremento de la locura
y de la marginación.
-Richie punk