Calor de agosto
Sol.
Calor de Agosto
entre las carnes
de dos cuerpos desnudos
tumbados a la sombra de una encina.
Juegos alborotados
los de esas tardes largas
en donde no cabía
ni un alma más en el parque, lleno
del júbilo de multitud de infantes.
No llega el anochecer
y esos cuerpos
se retuercen
atolondrádamente,
arrinconandose el uno al otro
en un intenso espectáculo
de “grititos” y risas.
En un día como otro cualquiera
y, como un verso más
en estas páginas,
el sueño se va apoderando
de uno de esos infantes
que, ya llegada la noche,
aguarda en su cama
el ver amanecer.
Su primer amanecer.
Es cuestión de versos
Si quiero
que esas luces
no se enciendan,
es porque guardo
mil verbos
que aguardan salir
para poder ver el Sol
de esta Madre Naturaleza.
Y cuando me encierran
en un cuarto oscuro,
atado de pies y manos,
yo solo protesto
para que se acabe nuestro tormento
y que se enciendan esas luces
para que salgan mis versos.
Versos protesta
Cuando quiero
escribir un verso protesta
caigo en la cuenta
de que es todo un mundo
el que va desde el pensamiento
a la palabra manifiesta.
¡Eso es todo!
Siento que es muy difícil
concretar un pensamiento
que, aun cuando lo escribo,
no llego a decir
todo lo que me mueve...
Pero, aún así,
el instinto me lleva
a sacar mi espíritu creativo,
y volar
hacia lo más profundo del sentido.
Presente atento
Aun en el tormento
sigo pensando
que no quiero dejar de luchar,
pues es en la lucha donde se consigue
ese grato ideal estoico
que es el de la dignidad.
No lo digo porque es de recibo:
el querer ahondar en las profundidades del ser
para avanzar en el conocimiento
de nuestro presente atento,
es una máxima
que a mí me remueve por muy dentro.
Endiosados
Imaginar un mundo pequeño,
donde todos los seres
se amen en paz y armonía.
Ese mundo, en un Universo enorme,
es el que yo ambiciono para la Tierra.
A impulsos
Cuentacuentos del presente.
Ese es el poeta
que escribe poemas
para sentirse único
entre la multitud.
Cuentacuentos del pasado.
Ese fue el poeta
que escribió sus versos
para ganarse la inmortalidad
a través de la fama.
Cuenta cuentos yo
que solo hago que alucinar con la matrix
para darme cuenta que,
aun sin tener nada que contar,
me arranca el impulso de la creación.
-Richie punk-