En un sin fin de pretensiones,
he querido salir siempre adelante con un proyecto,
y, es más, que aún no me he ido con estos versos:
En un sin fin de versos,
con versos y más versos,
con versos con lengua
y aún más versos,
he querido contar una historia,
de restos, de ruinas, de leyendas, de utopías...
Con esto quiero decir,
que hay un verso,
que hay un vendaval,
que hay una noticia,
con ella,
y esta ciudad.
Es mejor decir me muero,
de este ser fantasmal,
que si es decir “te quiero”,
vendrá tu ser
a este ser abismal.
Que no es decir me muero,
que es un ser fantasioso,
el que queda en este poema suburbial,
de manos de un poeta,
que no soy yo,
ni como él siento.
Es mi vida un frenesí,
de estas manos locas
sale un día
un poeta
de esta salvia
de querella.
Si es así,
que venga un poeta a verme,
que abra la puerta y me encuentre,
pues estas son las frases
de un ancestro indiferente,
que abren las puertas
a tan grandiosa
Ciudad.
Es así,
es en el presente,
cuando un poeta
querella contra mi presunción,
que yo de arquitecto no tengo nada,
y mi ciudad
es la “Insumisión”.
Que es de ver esos versos,
de ese poeta esclarecido,
que escribe estos versos
poniendo “voz” a mi voz.
Por eso es posible,
qué aclaren estos versos,
por eso es real,
¡qué venga el espectador!,
que en mi fuero animiaco
haya sangre de este pueblo ancestral
que con el nombre de “pueblo atlante”
se conoce en la actualidad.
-Richie punk-